¿Quién no ha escuchado? "Oh, cielo, sólo tienes que quererte un poco más."? Es un término muy de moda, pero la mayoría de la gente ni siquiera sabe lo que significa. Algunos creen que el acto de mimarse a sí mismo es amor propio, pero podría convertirse en una forma muy cara de desarrollar el amor propio. En realidad, el amor propio es mucho más y más profundo que darse un capricho.
La falta de amor propio afecta a tu autoestima, sin embargo, son muy diferentes. La autoestima es cómo te sientes contigo misma. El amor propio es amarse a uno mismo incondicionalmente de la misma manera que amarías a tu propio hijo (o sobrino o sobrina si no tienes hijos).
Naturalmente, para sentirse bien contigo misma y tener una alta autoestima, debes amarte a ti misma incondicionalmente.
El amor propio y tu pareja
En lo que se refiere a las relaciones, y todo en la vida en realidad, los semejantes se atraen. Así que si no te amas a ti misma incondicionalmente, es probable que atraigas a una pareja que no sea la ideal o a ninguna pareja en absoluto.
Después de todo, todos queremos sentirnos y ser amados incondicionalmente y no puedes obtener lo que no puedes dar porque no puedes dar lo que no tienes.
Si tienes pareja, la falta de amor propio puede alejarte de él debido a que no aceptas sus defectos.
Y, si estás soltera y te cuesta encontrar pareja, no importa cuánto quieras tener una relación, mientras te rechaces a ti misma, sólo encontrarás rechazo.
Ya sean románticas o no, todas las relaciones son un espejo de nosotros mismos que todos podríamos, y deberíamos, usar y agradecer.
Si no tienes pareja en este momento, siempre puedes mirar hacia atrás y reflexionar sobre tus relaciones pasadas, o usar a tu jefe, colegas o amigos como tu espejo. Todos los espejos son una oportunidad para conocerse mejor, aprender y crecer. Aprovechar esa oportunidad depende de ti.
Tu pareja es un espejo que te permite ver tus propios defectos, algo que no te gusta o que te gustaría cambiar o mejorar de ti.
El amor propio y tu vida sexual
Cuando te falta amor propio, hay partes de ti que odias o te desagradan o que te gustaría cambiar. Esto puede ser físicamente, emocionalmente o mentalmente.
Por supuesto, al hablar de las relaciones de pareja, lo primero que nos viene a la mente es el aspecto físico, tu apariencia. Pero, ¿no es cierto que hay muchas mujeres que considerarías menos atractivas que tú y que están disfrutando de una buena relación?
Puede que estés dedicando mucho tiempo y/o dinero para que tu maquillaje oculte cualquier imperfección, que tu sujetador mantenga a flote la opulencia del Titanic que va hundiéndose, que la faja no se enrolle y deje al descubierto los michelines, o tal vez lo escondes todo bajo ropa holgada o estás a dieta constantemente.
Entonces, lleva cualquiera de esos temas al dormitorio y, ¿qué tienes? ¡Un extintor de incendios! ¿Cómo puedes tener sexo ardiente, apasionado y excitante cuando no lo enseñas todo y te muestras tal como eres sintiéndote orgullosa de ello? ¿Cómo puedes disfrutar del contacto y las caricias de tu pareja cuando no aceptas tu belleza?
Cómo amarte a ti misma
Si buscas mejorar tu relación o encontrar la pareja adecuada para ti, el primer paso es amarte a ti misma. Y te escucho preguntar: "¿Pero cómo lo haces? Bueno, ya que tienes que aprender a amarte a ti misma, el primer paso es saber quién eres.
1.- Autoconocimiento
Lo primero que necesitas es conocerte a ti misma. El autoconocimiento es conocer la propia personalidad o individualidad. Lo más importante que el autoconocimiento proporciona a una relación es que te ayuda a entender tus sentimientos.
Lo que sea que más te irrita de tu pareja, es el mejor lugar para empezar. Puede que no te guste su falta de puntualidad. Así que pregúntate si tienes el mismo patrón (por ejemplo, él siempre te está esperando porque tardas demasiado en arreglarte) o si tienes el patrón opuesto (por ejemplo, eres demasiado controladora o perfeccionista).
En cualquier caso, si esto es algo que te irrita y te provoca discusiones, entonces indaga en ti misma antes de señalarle con el dedo y comenzar una discusión. Sé honesta contigo misma.
Es mucho más fácil culpar a los demás que asumir la responsabilidad de tus propios sentimientos. Su comportamiento está provocando una reacción en ti y es tu responsabilidad explorar esta reacción, y de dónde viene, para que puedas decidir qué hacer al respecto si quieres cambiarla. Tus sentimientos controlan tu comportamiento y tu espejo te está dando esta valiosa revelación.
Al conocerte mejor a ti misma, sabes lo que buscas y lo que puedes ofrecer a una relación de pareja.
2.- Aceptarte a ti misma
Esto lleva al siguiente paso, la auto-aceptación. La auto-aceptación es básicamente el conocimiento realista de tus cualidades y debilidades, un proceso mental que te permite aceptar tus defectos y sentirte a gusto contigo misma.
Cuando identificas y aceptas tus defectos, sólo entonces, puedes decidir con cuáles tú (y tu pareja) podéis mantener en la relación y cuáles quieres mejorar, siempre desde el amor, no desde la crítica o la comparación. Esto significa que, aunque no lo consigas siempre, aprecias tu esfuerzo y te felicitas por ello y por lo que te ha enseñado.
Ser abierta, vulnerable y expresar tus inseguridades a tu pareja, te permitirá apoyaros mutuamente y también darte cuenta de que hay cosas que él admira en ti de las que tú ni siquiera te habías enterado.
La autoaceptación se aplica también a tus cualidades. Conoce tus virtudes y enorgullecete de ellas, aprecia que otras personas las reconozcan, acepta sus cumplidos y, por último, pero no menos importante, halágate a ti misma.
3.- Manos a la obra
Ahora que tienes claro los cambios que quieres implementar, es hora de hacer algo al respecto y de apreciarte, perdonarte y amarte a ti misma durante el proceso, porque la forma en que te tratas a ti misma es la forma en que los demás te tratan y nadie puede amarte mejor que tú misma.
Establece tu nivel de estándar y tu equilibrio. Cuando te amas a ti misma, tienes un estándar de lo que es un balance equilibrado de dar y recibir. Descubrirás que no tienes tiempo para gente que no aporta ningún valor positivo a tu vida y exigirás lo que te mereces, porque sólo tú eres responsable de mantener tu vaso lleno para poder dar a la pareja adecuada.
Siéntete completa. Mantén tu individualidad e independencia teniendo tus propios intereses, actividades y rituales. Estáis en una relación para enriqueceros mutuamente, no para depender el uno del otro.
Haz lo que te haga feliz. ¡Aquí es donde interviene el consentirte a ti misma! Y rodéate de gente que te haga feliz y que alimente tu vida con energía positiva. Si permites que tu felicidad dependa de lo que otras personas hacen o no hacen, te estarás sacrificando.
Halágate a ti misma. Nada transformará tu vida como las palabras que te dices a ti misma. No dejes de recordarte a ti misma la verdad sobre ti, que TÚ eres SUFICIENTE tal y como eres. Escribe "Soy suficiente" en tus espejos, ponlo en post-its por tu casa, en el salvapantallas del ordenador o del teléfono... en cualquier lugar y en todas partes para que se convierta en tu verdad.
Cuando te sientes a gusto con quien eres, te relajas más, tu sonrisa es natural y no tienes miedo de establecer contacto visual con los demás, ¡es mucho más fácil dirigirse a la gente y que se te acerquen!
El amor propio derriba las inseguridades y fortalece las relaciones, permitiendo que dos personas se unan como individuos felices, que pueden nutrirse el uno al otro y a la relación por igual.
Trátate a ti misma con el mismo cariño, amor y atención con que tratas a tu pareja. Hazte tu mejor amiga, porque eres la única amiga con la que siempre tendrás una relación que dura toda la vida.
Erradicar la raíz emocional de tus problemas amorosos puede ayudarte a mejorar tu relación o a encontrar la pareja adecuada para ti.
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